martes, 24 de septiembre de 2013

Entrenamiento de fin de semana



Hace un tiempo que no entreno para alguna carrera específica, creo que el frío influye en ello y además estamos en el campeonato de fútbol del trabajo y hace muuucho tiempo que no juego lo que me ha puesto en la banca de suplentes. He jugado pocos minutos pero aun así el equipo hoy juega la final.

El fin de semana era el día mundial de no vehículos y durante la semana había leído en facebook que cerrarían la Av. Javier Prado, para los que no conocen Lima, es una de las más grandes vías de la ciudad, así que pensé qué bonito sería pedalear durante unos 10km o más (ida y vuelta) en ese lugar. Pero lamentablemente quedó en idea porque el domingo salí como a las 8am, rápidamente llegué y todo era normal, es decir, no estaba cerrada para el público :( creo que fue un sueño y ojalá se cumpla y la gente deje de usar carros y se movilice con otros medios, sea a pie o bicicleta. 

 
En la actualidad mucha gente repite la sgte. rutina: levantarse temprano para ir al trabajo - ir a su carro - manejar - subir en ascensor a su oficina - trabajar sentado hasta la hora de almuerzo que se mueven unos minutos para ir a comer, regresar y esperar la hora de salida en el mismo sitio, sentados, hasta que se van a casa de la forma como llegaron a la oficina. Felizmente he tenido muchos trabajos en plantas grandes donde para ir de área en área debes caminar mucho y más aún en este mi trabajo actual donde tengo que caminar unos 10 o 15 min para llegar a casa, y me gusta sentir el aire frío en la cara, comprar pan o cosas para cocinar y caminar hasta la casa y más aun ahora que no entreno "oficialmente" me mantiene activo.

Es importante hacer ejercicio diario y siempre recomiendo subir a las oficinas por las escaleras ya que no sólo los beneficiará a ustedes sino al planeta al no usar ascensor y si trabajan en pisos muy altos, empiecen con pocos pisos hasta que puedan hacerlo sin parar, caminar mucho, mucha agua y mantener la alegría. Y si no les gusta la actividad deportiva y eso de entrenar todos los días no va con uds., es importante tener un hobby o pasatiempo para relajarnos luego del trabajo y poder distraernos haciendo las cosas que realmente nos gustan: pintar, diseñar, manualidades, fotografía, leer, etc.


Retomando el fin de semana, como el domingo no quería que pase sin montar bici, me fui al pentagonito y di unas cuantas vueltas. Pocas en verdad pues estaba mojado por la llovizna de la madrugada lo que me hizo patinar un par de veces y a esa hora había mucha gente que impedía ir cómodo, además había una carrera de una universidad local.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Antes de trabajar...

Hoy te dejo algunas recomendaciones para hacer estiramientos antes de iniciar el trabajo y también para algunas pausas activas durante el día laboral


lunes, 9 de septiembre de 2013

Crónicas: Mis primeros 10K (MML)

Con este post inauguramos la sección "Crónicas", donde los invito a compartir sus experiencias gratas, y si quieren las no tanto, sobre las carreras, sentimientos, mejora de tiempos, organización de las carreras, si no les alcanzó el agua, si discutieron con un taxista o lo que quieran. Todos son bienvenidos.

Hoy Vivi nos comparte su experiencia, cómo entró al mundo del running y sus primeros 10k.

Tengo 33 años y cuando era niña, en el colegio, practicaba algo de atletismo. En quinto de media, cuando tenía 15 o 16 años, me agarró fuerte esto de entrenar así que me matriculé en el IPD para poder tener un entrenador como Dios manda. La gracia me duró menos de año creo, porque por sobre esfuerzo me dio algo que recuerdo que se llamaba “fractura por estrés del hueso”. Me dolían los huesos desde el tobillo hasta las rodillas así como si me estuvieran agarrando a golpes con un martillo. Dejé de entrenar para siempre.

Hace 2 años comencé a correr por el Pentagonito que queda cerca a donde vivía con mis padres. Nunca, ni en mis más profundos sueños hubiera imaginado poder darle la vuelta (4.1km) y menos con el dolor que recuerdo que tenían mis huesos. Pero pude. Sin dolor de huesos. Y así fue como comencé a reconciliarme con este deporte, con correr…

Vueltas van, vueltas vienen, me inscribí en una que otra carrera de 5k. Jamás pensé que podría correr  10 km. Dos vueltas y media al aterrador Pentagonito. No way.

Y bueno, en la última Maratón Lima 42K Movistar Adidas, que pasaba a una cuadra de mi casa, salí a darles ánimos a los atletas que por ahí pasaban, incluyendo a varios amigos de la vida. Me dieron ganas horribles de estar participando en vez de estar ahí mirando, así que decidí inscribirme en la más cercana carrera de 10k que hubiera desde entonces.

Así que un día, viendo las ofertas de Groupon, mi amiga Mónica se cruzó con la 104 Media Maratón de Lima y 10k a la vuelta de la esquina. Cuando me dijo para inscribirnos, faltaba exactamente 1 mes para la carrera. Así que manos a la obra y con un frío intenso, comenzamos nuestro precario entrenamiento diario. A las 5.45 am, de lunes a sábados sin nada que nos detenga. Sinceramente pensé que el entusiasmo nos duraría 1 semana, pero no. Estaba equivocada. A medida que nuestros cuerpos cogían físico y velocidad, ya teníamos al 1 de Setiembre a la vuelta de la esquina.
Habíamos corrido 10k una sola vez en todo el mes de preparación. 1 hora 5 minutos 50 segundos. Así que ese se convirtió en nuestro tiempo por batir. Siendo súper optimistas, lo lograríamos en 1 hora exacta. Un respetable tiempo para ser unas calichinas!

Dos días antes de la carrera, salí a correr al Pentagonito sola. A darle SOLO una vueltita, así que corrí con todas mis fuerzas e hice un tiempazo. Me dieron hasta nauseas de esfuerzo. Creo que fue demasiado. Al día siguiente no entrené. Solo comí tallarines en el almuerzo y en la cena como me habían recomendado. Esa noche quería dormir tempranazo para estar fresca el día de la carrera, pero no pude. Estaba super nerviosa, ansiosa, con miedo. Como si fuera una carrera de vida o muerte. No sé. Me dormí como a la media noche. 

Al día siguiente me desperté a las 5.45 am, me cambié, me puse mis zapatillas veloces. No comí nada, no podía. Seguía nerviosa. Llegó Mónica y nos fuimos tempranazo a ambientarnos en el inicio de la carrera. En el camino Mónica me obligó a comer la barrita energética que vino junto con el kit de inscripción. Eso fue todo. Tomamos las fotos de rigor, nos pintamos los brazos con el logo de la carrera e hicimos el calentamiento con el moreno que habían contratado para tal fin. Ya estábamos listísimas. Smartphones en manos, app sincronizadas, tiempos por kilometro memorizados. Era hora de partir!!! Fueron cerca de 6mil participantes. Asumo que la mitad para correr 21k y la otra mitad para correr los 10k. Y ahí estábamos, con nuestros números en el pecho en esas calles estrechas del Centro de Lima, cuando la Alcaldesa dio la partida. Segundos antes, yo estaba con lágrimas en los ojos de emoción. Mónica me tomó una foto. Le dije: “salgo horriiiiible”. Entendió que no quería que la publique en facebook felizmente y de pronto, ya estábamos con toda la turba en plena carrera.

Mónica y Vivi en la partida

Los primeros 4km pasaron literalmente volando. Súper cómodos. Tiempos geniales. La carrera partió en la Plaza de Armas de Lima, iba por toda la Av. Arequipa hasta la Av. Javier Prado (Km 7) y luego daba la vuelta para regresar hasta el Circuito Mágico de las Aguas. Cuando íbamos 30 minutos corriendo, es decir, por ahí por el Km 5, vimos que ya pasaba de vuelta el primer puesto de la carrera!!!! Que alucinante!!! Que veloz!!! Algún día…. En el km 6, había una estación que repartía Gatorade. Cogimos uno al vuelo, como los runners profesionales. Nos sentíamos unas pro! Logramos darle 2 tragos porque el resto salió volando por ahí. Y cuando vimos el arco donde debíamos dar la vuelta, había un by-pass. Es decir una bajadita y una subidota. Vuelta en U y nuevamente una bajadita y una subidota. Esa última subidota, me destruyó. Literalmente me destruyó. 

Cuando ya estábamos nuevamente en tierra firme y horizontal, tuvimos que bajar el ritmo. Me sentía totalmente agotada. Y de pronto me dieron náuseas. Arcadas. Y empecé a bajar el ritmo. Mónica volteó a mirarme y no sabía qué hacer. Tuve que parar. Le dije que siguiera con la mano. Ella intentó parar a acompañarme. Le volví a decir que siga con la mano. Y con la otra me tapaba la boca de las arcadas. Caminé como una cuadra. Pensaba que jamás podré correr una 21k y mucho menos una 42k. Pero ya vi que todo lo que parece imposible, con un poco de esfuerzo y dedicación se logra! Hasta que se me pasaron las náuseas. Los corredores me miraban. Y volvía a la pista. Comencé nuevamente a coger ritmo. Faltaban cerca de 2.5 km y se me hicieron eteeeeeeeeeeeernos. Infinitos. En el km 9 pude ver nuevamente a Mónica. Ahí, a 100 metros. Pero no podía alcanzarla! No quería gritarle para no distraerla y que continué con el buen tiempo que venía haciendo. No quería acelerar el paso para alcanzarla porque me daba terror que me vuelvan a dar nauseas. Y así, corrí pisándole los talones sin que ella lo notara. Hasta que vi la llegada. Ese gigante arco rojo que nos esperaba. Y la vi llegar, con los brazos en alto. Y me emocioné! Y yo tras ella, 5 segundos atrás, llegué destruida!!!
Ahí nos esperaban nuestros esposos. Con cámara en mano. Inmortalizando el momento. Miré mi Smartphone y habían pasado algo de 58 minutos!!!!! No lo podía creer!!! Habíamos batido nuestro tiempo y nuestro objetivo!!! Estaba feliz!!! Estábamos felices!!!

Vivi y Mónica en la llegada
Recogimos nuestras mochilas, nuestra medalla, nuestro Gatorade y nuestro PLÁTANO!!! Esa es la parte de las carreras que más me gusta!!! Me da mucha risa =) Nos cruzamos con un chico de Kenia o Nigeria que seguro llegó en los primeros puestos y me tomé una foto con él. Teníamos las mismas zapatillas!!! Nos encontramos con otros amigos corredores y todo era felicidad. Es que cuando corres y llegas a la meta te quedas con esa sensación de felicidad y satisfacción y lo único que quieres es que todos puedan sentirla alguna vez.

En la noche vimos los tiempos oficiales y habíamos hecho 58’30” y 58’35” respectivamente. Ocupando el puesto 45 y 48 de nuestra categoría: Mujeres de 18 a 34 años. 



Vivi y su amigo




Gracias Vivi!